En el Ciclo Efervescentes actúan artistas que destacan por su talento irreverente, originalidad y frescura. La N Flotante con la colaboración de la Sala Wah Wah presenta un ciclo de tres conciertos en el mes de noviembre donde se busca el talento más efervescente del territorio estatal para llevarlo a la cercanía que te ofrece el escenario de una sala. La primera cita será con Candeleros y Armenio (Guacamayo Tropical) el 2 de noviembre.
Candeleros nos acercan su gira “Arepa, Ron y Buku Tour” a la ciudad de València para presentar su último trabajo, el flamante EP «¿Sabe qué pasa?» (Tierra Candela, 2018) La propuesta de Candeleros está llena de matices y eclecticismos. Con una base de sonidos afrocaribeños, el grupo ofrece una suerte de ritual psicodélico con tambores, guitarra y percusión.
Bebiendo de fuentes como la Cumbia, el Merengue, el Dub y los ritmos africanos y caribeños, Candeleros se entregan a un exorcismo sonoro en el que la mixtura es el medio (nunca el objetivo) para alcanzar estados alterados de conciencia. Percusiones venidas del más allá, ecos andinos, ambientes cinemáticos y melodías extraídas de un viejo episodio de The Twilight Zone. Su música es un agujero posmoderno en el tuétano del tropicalismo. Una cuadrilla de imagineros de lo psych en clave tómbola de feria que ilustra perfectamente la falta de prejuicios de esta formación de sangre caliente y cabeza volátil. Ellos son la prueba, otra más, de que la Cumbia ha llegado a Europa para quedarse.
Candeleros, son un sexteto de origen plurinacional (Venezuela, Colombia) que tienen en Madrid su centro de operaciones y que practica una psicodelia multicolor, que cabalga sobre frenéticos ritmos bailables.
Les acompañan Armenio (Guacamayo Tropical). La mitad de un colectivo colombiano, dedicado a la producción sonora y visual. Guacamayo Tropical rescata y difunde la tradición musical entre los trópicos latinoamericanos, fusionándola con ritmos y elementos modernos.
Este dúo de colombianos con base en Madrid lleva propagando la cumbia, el amor y la alegría en pistas y clubs durante más de ocho años. Devotos de la producción sonora e interesados en la cultura de raíz latinoamericana, rescatan y difunden joyas ancestrales para fusionarlas con ritmos contemporáneos.
Para David y Andrés la música es un elemento liberador, capaz de diluir cualquier sentimiento negativo. Prueba de ello son las divertidas sesiones a las que nos tienen acostumbrados en las que no hay cadera que se les resista. Mover el cuerpo es parte del ritual. Intentar lo contrario sería ir contra natura.
Sala Wah Wah
2 de noviembre de 2019
Apertura 22.30h
Entrada General: 10€ + gastos en Notikumi