Una buena cantidad de público se reunió en la sala Wah Wah para asistir a la presentación del segundo trabajo de los valencianos Wild Ripple, “Mal / Bien”, en lo que fue una gran fiesta entre amigos, donde vimos en el público a miembros de otras bandas locales como La Plata, Yo Diablo, Paz SS, Finale o Mausoleo. Contaron con la participación de dos grupos, Kids From The Bowl y Good Morning Vietnam, para ir caldeando el ambiente. Y vaya que lo consiguieron, con el punk rock más clásico y ortodoxo de Good Morning Vietnam al hardcore punk de Kids From The Bowl y finalmente con el rock stoner psicodélico de Wild Ripple, pudimos disfrutar de una gran velada a pesar de que sufrieron algunos problemas de sonido que empañaron el fin de fiesta.
Llegados de los bajos fondos de la provincia de Castellón, como ellos mismos se definen, Good Morning Vietnam abrieron sobre las 23:30 horas, fijando su vista en el punk rock del 77 para ofrecer un sonido potente, con bandas como The Clash en mente, de quienes realizaron una versión de “White Riot”, o Stiff Little Fingers. Del material propio del cuarteto pudimos escuchar los temas de su maqueta como “Radio Station” o “Holidays in Vietnam”, parafraseando a Dead Kennedys. Una actuación correcta que sirvió para que el público fuera tomando posiciones.
El dúo Kids From The Bowl, formado por Oliver, guitarra y voz (miembro de Finale, Paz SS o Sonic Angels), y Lucas a la batería, montó una buena sobre el escenario con su skate punk acelerado e irreverente. El público se lo pasó en grande haciendo pogos, saltando desde el escenario (con la poca altura que tiene el Wah Wah) mientras la banda descargaba los temas de su cassette “Monopatín” con furia, incluso llevaron en volandas sobre sus cabezas a Oliver en “Muerte al Policía” mientras este seguía tocando la guitarra.
Por lo que respecta a Wild Ripple, presentaron su segundo disco intercalando temas del primero y singles, aunque los problemas técnicos se sucedieron casi desde el principio. Manolete Blanco a la guitarra y voz, Mario Aguilera a la batería, Miguel Izquierdo al bajo con la incorporación de Jorge Valle a los teclados, comenzaron con “En el long”, mientras el teclista pedía más volumen a sus instrumentos. “Súbeme el Casio” o “súbeme el Korg” fueron algunas de las frases que se repitieron hacia el técnico de la sala, en un principio debido a que el cable estaba desenchufado, error que reconoció, pero algo no funcionó como debía. A pesar de ello, el sonido se escuchaba bien en la sala, pero los músicos no lo hacían por sus monitores, incluso la voz de Manolete sonaba con poco volumen, aunque Wild Ripple son una banda perfectamente ensamblada y tocaron casi de memoria.
Se fueron sucediendo canciones como “Marte”, el nuevo single “Ácido” o “Weez”, así como el estupendo sencillo “Tengo tu mente”. A estas alturas del concierto, a Mario ya le sobraba la camiseta, debido a la contundencia con que se empleó, acompañado por el rotundo bajo de Miguel, siguiendo con el adelanto del nuevo disco, la melodía pop de “Directo al sol”, “Cuatro perros” y “Zombie chamán” con los teclados lisérgicos de Jorge. Como continuaban los problemas técnicos, Manolete se mostró visiblemente contrariado aunque de manera calmada pidió que subieran de nuevo el volumen de su voz, hasta que decidieron acortar el setlist y anunciaron que iban a tocar dos canciones más para terminar. La magnífica “Templo”, con un solo de guitarra de Manolete empleando el wah wah y la titular del álbum, “Mal / Bien” fueron las escogidas. Manolete comentó “No sé qué mierdas ha pasado”, agradeciendo al público su asistencia en un gesto que le honra, cerrando finalmente con una versión salvaje de “When The Music Is Over” de The Doors y la guitarra tirada en el suelo, sin dudar que Wild Ripple lo dieron todo sobre el escenario en una accidentada presentación.
Texto: Carlos Ciurana / Fotos: Patricia Alambiaga