Hay besos que duelen como hostias, y golpes que se convierten en caricias. Al menos, en el flamante nuevo disco de Futuro Terror, sí: su particular manera de oler la sangre ha sido combinar la fulminante y reconocible pegada del combo levantino con una brillante manejabilidad. Traducido al castellano: en «Sangre», la vocación y la crudeza eléctrica y urgente marca de la casa, se fusionan como nunca.
Y es que el regreso de Futuro Terror a Humo Internacional (casa donde la banda publicó sus primeros álbumes, cuando aún vivía su mutación anterior bajo el nombre de Discos Humeantes) es, curiosamente, su álbum más melódico, pero también el más urgente. Su álbum más pop, pero también en el que manejan un sonido más ‘vuelta y vuelta’, en el que si aprietas con el tenedor se huele la sangre.
Y la sangre se huele en los diez nuevos cortes de Futuro Terror: menos de media hora en la que resuenan las ya conocidas (y premonitoriamente apocalípticas) «Territorio devastado» y «Mañana»; o «Komsomol», la canción más parecida a su registro habitual; pero también canciones llamadas a convertirse en clásicos de su repertorio como «Frío», «Matar / Dejar morir», «Rukeli» o «¿Qué hacer?», entre otras.
Un álbum en el que las fronteras entre pop eléctrico, garage ultramelódico, relato apocalíptico, post-punk luminoso y cancionero urgente se difuminan y se funden entre sí. El disco fue grabado en enero de 2020 en el HarriSound Studio de Torrellano y masterizado en el North London Bomb Factory de la capital británica; y está disponible tanto en vinilo como en CD como en una edición limitada en formato casete.