Motoharu Okamura surgen de las cenizas de los míticos Automatics, grupo emblema de la primera y más afamada generación noise-pop de los noventa. El 25 de septiembre publican nuevo single con Clifford Records, «Metal Baby», en plataformas digitales.
Tras la publicación y gira de presentación de Ruido Negro (Clifford, 2017), último disco de Automatics, sus dos guitarristas, Alfonso Linares “Poncho” y Manuel Aranzana, deciden iniciar una nueva etapa bajo el nombre de Motoharu Okamura para la cual rescatan al bajista Leo Fernández de la última formación de Automatics y la incorporación de Jorge Ortuño a la voz principal y batería.
En Motoharu Okamura todo gira alrededor de las guitarras, el ruido envolvente, el crudo rock psicodélico -a veces cercano al hard-, aderezado con melodías Pop y unos ingredientes que los alejan certeramente de su pasado. Un sonido luminosamente aspero, de aristas que rasgan y no dejan cicatrizar en un baile de somnolencia narcótica. Y no resulta extraño, es la conjunción perfecta de equilibrio polarizado en sus extremos por dos de los más brillantes e imaginativos guitarristas de este país.
Buscar referencias a la música de Motoharu Okamura es complicado. Pueden sonarnos ecos de bandas más underground como Dead Vibrations o The Lucid Dream. A grupos como Holygram o los más reconocidos The Brian Jonestown Massacre en los temas más reposados (minoría). Otras referencias más populares podrían ser The Black Angels o incluso Black Rebel Motorcycle Club en algunos momentos, pero todo tamizado en su propio universo sonoro.