Tarik Rahim es una revelación. A medio camino entre el pop, la psicodelia y la bossa nova, el joven asturiano de raíces brasileñas y libanesas construye canciones tran profundas como el mar que surca con su tabla de surf. Tras ‘Espejos’, vuelve con un single doble: «Minha Cabeça / O Trovão».
Está claro que la impresivisibilidad es un factor nato en un artista, Tarik Rahim es un ejemplo perfecto de ello. Nacido junto al mar en Asturias, de padres brasileños y abuelo libanés, Tarik es un joven músico con un registro musical increíblemente dispar. Esta es la sensación que nos deja su emergente aparición en escena. Para él, la guitarra de su casa había pasado completamente desapercibida hasta que un día vio cómo su tío la tocaba. “¿Y tú por qué no tocas?”, le dijo. A sus tempranos diez años, con el impulso de aquella sencilla pregunta, Tarik comienza a construir su propio imaginario musical.
Antes de que acabe el año, Tarik nos regala dos nuevas canciones donde nos adentra en un ambiente de ensoñaciones sonoras que entran en perfecta sintonía con las raíces que subyacen a la biografía del joven cantante e influenciadas por su especial cercanía al mar gracias a la tradición de cabalgar olas heredada por su padre, un humilde artesano de tablas de surf, que está siempre presente en su espíritu. Así, el compromiso de Tarik con el mar y con la música es de por vida. Este comienzo en solitario nos deja ver la madura necesidad de abrir una puerta hacia dentro, constituyendo un paso más en el crecimiento de su trayectoria musical y sobre todo; vital.