Si la rave de Llinars del Vallès hubiese durado un par de semanas más, fijo que hubiera sonado «La bía en roça», nuevo single de Califato ¾. Normal, el nuevo adelanto antes de que vea la luz «La Contraçeña», inminente nuevo álbum de los andaluces, es una oda a la cultura ravera de los años ’90; pero también una manera de resignificar y redimensionar tanto el legado de Edith Piaf como el del «Omega» de Morente & Lagartija Nick por la vía del ácido.
El nuevo sencillo de Califato ¾ es el más pistero y enérgico del álbum: un cóctel de bolsas de colores, un asalto hedonista de palmas psicodélicas, de tablaos que son pistas de baile. Un viva la vía tanto como la vida.
Como si Haddaway firmase una colabo con Manolo Caracol; como si los Happy Mondays se acercasen al espíritu de la chançon; como si 2 Unlimited cantasen su «No Limit» por la vía de lo jondo; como si Edith Piaf hubiese formado parte de Las Grecas.
«La bía en roça», con una confesa inspiración en algunos versos y cadencias de Enrique Morente y Lagartija Nick en la icónica «Omega» que dio título a su histórico álbum conjunto; es el tercer y penúltimo adelanto que el combo andaluz presenta de lo que será «La Contraçeña», nuevo álbum de los andaluces, y del que ya hemos podido escuchar antes de que acabase el pasado año el “Fandangô de Carmen Porter” que nos acercaba a la paranormalidad mitológica por la vía del fandango dreamgaze; y el imaginario coplero-western-rapero de la «Çambra der Huebê Çanto».
El videoclip, en palabras de Mariana Lorenzo, directora del mismo: «simula un viaje lisérgico donde la realidad se distorsiona a medida que va avanzando y nos dejamos inundar por el realismo mágico. Para realizarlo, me he basado más en la «escritura automática» que en un guion: a veces sólo hay que dejarse llevar; el destino puede ser un lugar extraño. He mezclado el imaginario andaluz con la psicodelia, integrando esos dos mundos en esta pieza visual; además, con esta canción, el viaje ya tenía billete de ida».
Una nueva cara de lo que será el nuevo álbum de Califato ¾ y que, además de elevarnos a la atmósfera de las raves más ácidas, consigue adoquinar la vía, la vida o el camino de las líneas de «La vie en rose» de Piaf cuando dice aquello de: «no me arrepiento de nada». En el caso de los andaluces, no hay manera de que les vayan a quitar lo bailao.