Volvemos al hotel tras 4 años y, como en este mundo, todo ha cambiado pero nada ha cambiado. Y es que “Confortable decadencia” se nos presenta con el inconfundible sonido de Hotel Nebraska, pero en esta ocasión nuestros héroes parecen más cercanos a un espacio más pop, más dinámico. Ni rastro de estructuras más elaboradas o barrocas que, en otros tiempos cultivaron (con acierto, todo sea dicho).
El nuevo disco de Guillermo Llopis y Gonzalo Anaya (Hotel Nebraska) va creciendo con cada escucha, hasta revelarse ante nuestros sentidos como una verdadera joya: sonido contundente, originales arreglos, guitarras que juegan entrelazadas, unas melodías con toques sofisticados y no tan evidentes (que tienen precisamente esa virtud de parecer lo contrario).
Las canciones, su baza principal, fluyen de manera natural, con pocos instrumentos que construyen, sin forzar la maquinaria, melodías redondas, frescas y adictivas. En cuanto a los textos, su línea argumental contrasta duramente con las vivaces melodías, dota al conjunto de mayor atractivo.
Si un grupo tan veterano es capaz de renovar su discurso de forma coherente con su historia, y servirlo con tanta frescura, es que detrás hay talento, pasión y profesionalidad de la de verdad.
Sin duda, este su sexto trabajo de larga duración, plagado de pop-rock rico y bello, es el más accesible y desencorsetado de su trayectoria, que arrancó en 2004 y que se ha paseado con elegancia y buen tino por diferentes espectros musicales a lo largo de su amplia discografía.
Para fabricar “Confortable decadencia”, Hotel Nebraska continúa con su plantilla de fijos y eventuales: los primeros son Gonzalo Anaya (bajo) y Guillermo Llopis (compositor, guitarra y voz), y entre los segundos encontramos a los ya habituales Edu Olmedo (batería), Quique Bifiter (guitarras), Juancho Plaza (guitarras) y Paco Morillas (a los mandos del sonido).
El disco ha sido grabado en los estudios El Árbol, masterizado por Nexo101 Mastering y publicado por Infinito Discos en colaboración con Bonavena Música.
Y es que quizá hacía falta que se congelase el tiempo para saborear el placer de volver a este conocido hotel, que continúa en estado de gracia.
Escúchalo en Bandcamp.