Tras una larga temporada de silencio, y aprovechando los difíciles tiempos pandémicos para retomar dichas labores, el DJ y productor Alex Tirelli vuelve cargado de buenas intenciones sonoras, de nuevos bríos electrónicos, dotados de ese buen gusto, pegada y querencia por lo avant, que siempre ha caracterizado sus producciones y sesiones. Este nuevo ‘Carbonium EP’ lo publica el sello italiano Diabolica, que forma parte de Mdivision Group.
La carrera sonora de este melómano natural, que vino hace ya muchos años desde Udine a tierras mediterráneas, se podría definir de una forma aparentemente sencilla y con sus propias palabras: «Me gustan los ritmos que de alguna forma arrancan el movimiento, el baile«. Tras su larga y exitosa trayectoria como DJ y aprovechando bien el tiempo muerto del confinamiento, vuelve a las lides de la producción musical y lo hace por la puerta grande como Alex Tirelli, tras haber presentado, recientemente, un nuevo remix a través de su otro aka Darris Hopper, apostando por el downtempo, el pop sintético, el dub-techno y la electrónica sofisticada y más pausada, entre otros estilos.
‘CARBONIUM EP’
Desde unos abismos atemporales, en los que late el techno underground bien empapado de la pulsión densa del dub, recibimos al tema que nomina al EP. Alex Tirelli muestra una vez más que lo suyo es buscar mover y conmover a través de beats expansivos, capas de sonido, sintes nebulosos, pads destellantes, ecos espaciales, bombos y bajos reverberantes, etc. Melodías epicistas, minimales y, a priori, lejanas, surfean sobre un magma sonoro que, frío y doliente, avanza lento y seguro, hacia las propias profundidades cerebrales del oyente. Para allí, despegar, como en un revivir, en el que todo se ve más claro, se escucha sólido y cristalino. Partir de lo techy y ambiental para, poco a poco, ir desembocando en un pasaje de alto octanaje, tan hipnótico como atrapante, de los que dejan huella en lo más íntimo. Un tema de los de antes, hecho con los medios de ahora. Extraordinario, talentoso y valiente.
Alex Tirelli en ‘Constant Improve’ ahonda en ese sonido techno-dub, pero lo ajausiza suavemente para ubicarlo en estancias más vespertinas, deeperas y aún así difusas, sobre la que, muy al fondo y como de soslayo, una melodía perdida en el tiempo ilumina nuestro deambular por un lar que se debate entre la gelidez y lo humano, una extraña fragancia rayana en lo amable. Hete aquí su gran secreto. Estamos ante un corte introspectivamente escapista que debe ser disfrutado desde una entrega total del escuchante para que el viaje sea pleno y completo, hasta conseguir arañar sus propias entretelas sintéticas. Un magnífico tema para ser gozado en soledad voluntaria, mirando para dentro, en busca de no sé sabe muy bien qué.
(Fernando Fuentes/ abril 2021)
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