Cuando acaba el tercer y más reciente álbum de Julien Baker, Little Oblivions, siempre hay alguna frase que se te queda clavada y resuena en tu cabeza durante un buen rato. A veces es “I wish that I drank because of you and not only because of me”, otras veces es “beat myself until I’m bloody and I’ll give you a ringside seat”. También puede ser “start asking for forgiveness in advance for all the future things I will destroy”, aunque lo cierto es que la carrera de la cantautora de Tennessee se ha ido construyendo tan firmemente como para no temer que se vaya a venir abajo así como así: su folk-rock entre la expiación y la autodestrucción sobrevive a todo, incluso a sí mismo.
Atrás quedan dos discos más como diarios de una adolescencia complicada (Sprained Ankle y Turn Out the Lights), un proyecto paralelo como Boygenius (la aventura que comparte con Phoebe Bridgers y Lucy Dacus) y la sensación de que a sus 25 años ya puede ser abrazada como una posible Elliott Smith de este siglo, ya sea a solas con su guitarra como la conocimos cuando se autoprodujo y autoeditó su debut o rodeada de toda una banda como en las canciones de Little Oblivions, que han ganado en intensidad exterior sin perder ni un poquito de intensidad interior por el camino. Julien Baker las presentará en la primavera de 2022, el 30 de mayo en La Rambleta.
Una oportunidad más para seguir viendo crecer a Julien Baker encima del escenario.
JULIEN BAKER
30 mayo 2022
La Rambleta
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