El pasado septiembre Ravages (Simon Beaudoux y Martin Chourrout) estaban invitados a tocar en la Fête de l’Humanité en Paris. Se les pidió que hicieran una versión de una canción famosa. La canción estaba preparada, pero el día del concierto, Simon, el cantante, fue confinado, y quedó a la espera de un test COVID. El concierto se canceló pero Martin, con la ayuda del productor parisino Uslef (Julien Doré), terminó la canción en el estudio.
“Vamos a la playa”, es un tema cantado originalmente en español por el dúo italiano Righeira a primeros de los 80. Una canción que bajo su aparente ligereza esconde un significado mucho más profundo: la playa en cuestión había sido contaminada por una explosión nuclear. Todos recordamos el “Vamos a la playa, oh, oh, oh, oh…” pero igual no tenemos la misma memoria sobre las líneas con que que continuaba: “vamos a la playa, la bomba estalló, las radiaciones tostan y matizan de azul” o “vamos a la playa, todos con sombrero, el viento radioactivo, despeina los cabellos”.
El trabajo de la banda parisina Ravages a menudo vive instalado en este mismo contraste, entre temas apocalípticos y sintetizadores vintage. ¿Y qué podría resultar más pertinente en este 2021 que adaptar esta canción al francés: “Vamos a la playa, après la explosión, masque impératif, l’air est radiactif”? Terriblemente actual.
Después de años de girar por toda Europa con la banda de indie-pop Exsonvaldes (publicaron cuatro álbumes con gran éxito en España), Simon Beaudoux (voz) y Martin Chourrout (producción) han aparcado las guitarras en pos de la chanson electrónica francesa. Ravages se embarcan ahora en una futurista odisea de pop moderno, donde olas de sintetizadores se mezclan con melodías agridulces, ecos de New Order, LCD Soundsystem, Phoenix, Serge Gainsbourg o Malik Djoudi. Un viaje que está muy influido por sus antecedentes como científicos: Martin es ingeniero y Simon tiene un máster en Inteligencia Artificial.