Cuando «Lost Balloons» se editaba en Argentina vía Eternal Sunday, un servidor todavía no conocía cómo se las gastaba el pibe Juan Pablo Mazzola. Tres años despues, en el 2015 y con «Fan, Fan, Fan», fue cuando comenzaría a descubrir su universo, su agridulce mezcolanza compositiva a través de un esmerado, cuidadoso y personal estilo donde el Powerpop melódico es el gran protagonista aunque, ocasionalmente, pueda aproximarse al glam, al punk-rock, al folk, a la psicodelia o al AOR.
El mencionado álbum del 2012 era la continuación de dos fenomenales trabajos discográficos que sentaron las definitivas bases de su proyecto musical Baby Scream, como el homónimo y como «Secret Place», pero con un enfoque que pudiera dar cobijo a demos o versiones de Ramones, T.Rex, Replacements…
Ahora aquellos globos se han vuelto a hinchar de aire vital en una especie de prolongación, de segunda parte en el tiempo que rescata maquetas, grabaciones de prueba, adaptaciones de otros artistas… y «Britney Has Left The Building», el gancho escogido para promocionar el disco, un temazo espectacular sobre el mundo de las drogas y que quedó semi-oculto tras su inclusión en el compilado sueco «Flavour Of The Month» del 2016, realizado por Ice Cream Man, Power Pop and More.
Eso sí, seguramente la pieza que mejor refleja el concepto del título «Sad Balloons» sea una de las más remotas, concretamente la demo original de «Mars» en el 2005, un tema que se incluyó en el Ep «Monsters» del 2007 y que ahora sirve para redescubrir esta fenomenal melodía que, entre influencias de Beatles y Bowie, posee un halo de tristeza cósmica por la que cualquier extensión o distancia en el espacio sideral resulta cercana e incluso familiar.
De igual modo que aquella grabación de «Mars», que se realizó en El Ombú Records y que contó con Rinaldo Rafanelli (Color Humano, Sui Generis, Polifemo) en el bajo y en la producción, son también tres lindezas de escasa duración como la «toma sin tos» que es «Cheap Perfume», «Inhuman Cuack» y «Underworld», provistas de una importante carga nostálgica, sentimental y existencialista.
Sobre aquellos primigenios albores de Baby Scream se integra además un corte que se aleja de las pautas habituales, como es «Fuck this!», que podría definirse como una llamada grunge a adolescentes que viven en peligro, así como la participación en un tributo a Nirvana, recuperando «I Hate Myself and Want To Die», la rareza que el trío de Aberdeen incluyó en el compilado «The Beavis and Butt-Head Experience» de 1993, con alguna modificación a nivel de producción por Nick Schinder, habitual con Mazzola en estos menesteres durante los últimos tiempos, como por ejemplo en la también incluida «Guts», composición de finales del 2020.
Otras versiones más recientes que se añaden fueron descartes del «Just Covers» (2020), tales como «See You Tonite» de Gene Simmons, el cantante de Kiss, muy acorde al estilo habitual de Juan Pablo, y una auténtica rareza como es «Plastic Jesus», la canción folk que Paul Newman cantó en «La leyenda del indomable» (1967) y que estaba inspirada en una composición de Ed Rush y George Cromarty, a la que Mazzola le proporciona en su ecuador un giro muy ramoniano.
Mientras esperamos los dos discos que el pibe anda grabando actualmente en Valencia (Castell de Pop y Castell de Rock) nos llega este lanzamiento en formato digital. Con «Sad Balloons» no es aplicable un dicho español muy quijotesco que dice que segundas partes nunca fueron buenas, más bién podríamos acordarnos del refrán ese que decía que «donde hubo fuego, siempre quedan cenizas«.
Juanjo Mestre