En nota remitida por la Asociación de Promotores de Grandes Festivales de Música de la Comunidad Valenciana, informan sobre la situación actual de los festivales de música.
Tras una crisis sanitaria sin precedentes, el sector de la música en directo pudo retomar su actividad en junio de 2020 siguiendo todas las medidas de distancia y de seguridad requeridas. A pesar de que el aforo permitido era irrisorio, se decidió volver a la actividad para paliar un sector hundido y con miles de familias sufriendo.
El sector de la música ha sido uno de los más castigados por la pandemia, pero no solo por lo que el virus podía provocar, sino porque desde el Gobierno han maltratado, olvidado e ignorado a un sector que genera miles de puestos de trabajo y millones de euros de impacto económico en nuestro país.
Sólo en 2020 la música tuvo pérdidas directas e indirectas que superan los 7.000 millones de euros con más de 25.000 conciertos cancelados. Y este año los números han mejorado levemente, pero las cifras siguen siendo desastrosas, con cientos de empresas que han tenido que echar el cierre por la inacción y falta de soluciones por parte de la Administración Pública.
Desde el inicio de la pandemia se pedía calma al sector de la música, que tuvieran paciencia y que había que esperar a que la mayoría de la población estuviera vacunada. La música en directo tuvo que soportar medidas abusivas, incoherentes en muchos casos, cambiantes cada dos semanas y trabajar con una incertidumbre desoladora. Pero todo merecía la pena porque la vacunación avanzaba a buen ritmo y se veía el final del túnel. Nada más lejos de la realidad.
España es uno de los países con mayor población vacunada con pauta completa de Europa y el Gobierno sigue menospreciando al sector de la música manteniendo restricciones abusivas que impiden la celebración de eventos musicales en condiciones normales, tal y como sí está ocurriendo en otros países de Europa. Estamos viendo atónitos cómo Inglaterra, Francia o Austria celebran eventos, conciertos y festivales masivos en los que el público debe presentar el certificado COVID digital de la UE para poder acceder, pero una vez dentro los asistentes disfrutan de la actividad de pie y sin distancia, lo más parecido a la antigua normalidad. En cambio, aquí el Gobierno sigue sin actuar y sin pronunciarse al respecto.
Observamos con alegría como los medios de transporte van llenos, se producen aglomeraciones en parques, terrazas, playas e incluso se han celebrado fiestas taurinas o incluso las fallas con miles de personas disfrutando en las calles. En cambio el sector de la música sigue sufriendo un agravio comparativo y máxime cuando las medidas anti-covid en este tipo de eventos han sido ejemplares teniendo cero casos covid incluso cuando los casos han estado descontrolados.