Samu, bajo su nuevo alias Bazar Cache, continúa su viaje en el sello ExpMental Records publicando un álbum en el que da rienda suelta a todo su extenso y variopinto imaginario sonoro y electrónico.
Después de un breve descanso de la música de baile, este reconocido DJ y productor castellonense, residente desde hace años en Madrid, ha experimentado con diferentes formas de producir y crear música electrónica y ha sido precisamente esta enriquecedora y expansiva experiencia la que lo ha llevado hasta ahora, donde puede mostrar su talento y su visión a través de este nuevo aka Bazar Cache. Y se presenta a lo grande, en largo formato, con diez temas en los que despliega todo ese extenso y variopinto imaginario sonoro en el que sinergia, en feliz colisión, estilos como el techno, el house, el dub, los breaks, etc. Cuenta con colaboraciones de Rooteo & Mahura y un remix de Fábel.
El propio Bazar Cache, a través de sus redes, nos da algunas pistas sobre sí mismo: “Mi abuela era muy avispada y sabía perfectamente que yo iba a ser un raver (o alma libre como se dice ahora). Intentó en muchas ocasiones orientarme por el buen camino apuntándome a actividades extraescolares como kárate, inglés, mecanografía, balonmano etc. Solo consiguió mantenerme en casa permitiéndome usar mis primeras cajas de ritmo”.
‘SAMVAN VOYAGE’, TEMA A TEMA
El álbum, que contiene diez temas y lo publica el sello vasco ExpMental Records, se abre con los tonos surrealistas y etéreos de ‘Preludio Épico’ sobre los que emergen unos breaks de batería, fundiéndose con unas líneas de sintes tan destellantes como inesperadas. Un gran comienzo.
Todo continúa con ‘La Buena Mañana’, un corte de techno profundo, difuso y orgánico. Su inmediato y palpitante groove fluye por abismos nocturnos a modo de secuencias alucinantes sobre la que unos pads sintéticos –tan descarados, como metálicos y afilados- parecen cortar el beat. Y es que no hay buena mañana que no conduzca a una gran noche. Bailar, bailar y seguir bailando.
‘Utropical’ nos propone un ritmo intrigante y, muy a propósito difuso, sobre el que surge un arreglo de batería esporádico en loop, muy nu-jazzy, al que se van sumando elementos sonoros sorprendentes, caso de pianos o líneas de sintes que confluyen en un mismo concepto: la utopía, si es tropical, es mejor.
‘El Lobo de Utrera’ nos invita a sumergirnos sobre una espectacular construcción sonora, altamente experimental que, partiendo del techno atmosférico, los breaks y el micro-house, usando beats dispersos y flotantes, como dotados de vida propia, nos hace pasar de disfrutar de una oscuridad brillante a un espacio mutante, sobre la que un lobo salvaje corre, monte arriba, en busca de no sé sabe qué, en el que cualquier cosa puede ocurrir.
La electrosa y pop ‘Condenado a Danzar’ comienza con unos sintes que parecen querer barrer la entrada, hasta dejarla impoluta, para que el ritmo entre sin dificultad, como cuchillo en mantequilla tibia o un bailarín en escena. Una línea de bajo infecciosa, sintes vibrantes que marcan el camino y, oh, una voz robotizada que nos habla en castellano, dota de un aire espacial a un corte de electro-techno ambiental y cósmico.
‘Guille & César’ parte de un bombo musculado, cristalino y delantero, sobre el que surfean ritmos propios del house -más canónico, cálido, golfo y hedonista-; una melodía sintetizada efervescente y soleada y, sobre todo, un bajo hipnótico que marca el paso a un corte redondo en todos los sentidos. Delicioso, amplio y espacioso.
‘Todo en Orden’ cambia radicalmente de ritmo y nos lleva de la mano a una estancia de downtempo ajausado que, de entrada, nos invita a la relajación en un entorno onírico y orgánico en el que mandan los tonos arenosos y amables. Finalmente, todo parece despertar con un agradecido ataque de drum & bass y ese touch deepero que sirve para devolverlo a los sueños.
El poderoso y anabólico ‘Aplástame’ entra en modo completo, balanceando los altavoces con ritmos contundentes, con bajos cargados de ácido y un ritmo techno escalofriante con cualidades cinematográficas. Alto octanaje electrónico, que bebe de mil fuentes a la vez, al servicio de una pista de baile que si no termina estallando en mil pedazos no habrá servido para nada.
En tareas de remezcla para el corte ’Condenado a Danzar’ disfrutamos de la maestría del productor y multinstrumentista valenciano Fábel. Desde Londres, como inmersos en las tripas de un cuento clásico, nos invita a bajar por la verdadera madriguera del conejo, mientras delicadas notas bailan al ritmo caótico que nos plantean patrones díscolos, ráfagas de sintes que van de un lado al otro, sobre un sólido arreglo de batería a contrapié. Extraordinario remix.
‘Dub Postludio’ completa el álbum y lo hace con estilo. La batería breakbeatizada y una línea de bajo punzante se unen con efectos propios del dub más fantasmal y esa voz distante que parece susurrarnos: “Tan cerca, tan lejos”. La pista está atada con filtros para dar la impresión de dejar el club abajo tras un largo pasillo. Un final perfecto.
‘Samvan voyage’ es un álbum bellamente construido, que combina diferentes estilos en un viaje musical valiente y apasionante en el que lo más importante es siempre lo siguiente.
(Fernando Fuentes_nov 2021)
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