Parece mentira, pero también hay noches gélidas en la ciudad de Valencia, noches en las que el mejor plan de fuga bien podría ser quedarse al resguardo de una buena película en casa y, sin embargo, sigue habiendo quiénes se atreven a asaltar las calles para buscar el calor de la noche en algún rincón de la ciudad. Así fue como la fría noche del pasado viernes 26 de noviembre, un buen grupo de noctámbulos vió como la calidez de El Volander les acogió para sumergirse en la magia de una velada llamada What’s Going Down? y donde convergieron dos de los proyectos de Antonio Madrid Souto: [2D] VISIØN y Phonomaton Express.
¿Qué está pasando? Bajo este lema ocurrieron aquella misma noche en El Volander una exposición de Antonio Madrid Souto, 4 conciertos en acústico de la mano de Paco Sanz, Tiemersma, Llum y Sigarrito; versiones inesperadas y un sorteo donde la mano inocente de Rach invocó al destino y al azar para brindar a los más afortunados con algunas joyas convertidas en discos, fotografías, libros o collages.
Se inauguraba esa noche la exposición de collages digitales de Antonio Madrid Souto. Los muros de El Volander acogieron el nuevo proyecto de Antonio: [2D] VISIØN, una aventura artística en la que Antonio recupera una simbología visual tan sencilla como potente, la descontextualiza y le otorga un nuevo significado que nos invita a reflexionar sobre la esencia del ser humano, su comportamiento como ser social y su interacción con el entorno urbano y natural. Mientras que en otras ocasiones rescata, mediante la fotografía, pequeños detalles de las calles que pasan desapercibidos a lo largo nuestra vorágine rutinaria, adquiriendo éstos otra dimensión en un meticuloso y estético ejercicio compositivo gracias al collage.
Y si las paredes de El Volander se cubrieron de collages, un acogedor escenario se llenaba de música, cuatro actuaciones, breves pero intensas, con 4 artistas que también han formado parte del proyecto Phonomaton Express (que ya va por su tercera edición); una galería de retratos que recoge buena parte de las personalidades de la escena musical valenciana, captando la esencia de sus protagonistas mediante la cámara de un teléfono móvil, sin artificios, y convirtiendo las calles en un espontáneo estudio de fotografía.
Paco Sanz fue el primero en subirse al escenario con su guitarra, acompañado por otros dos músicos al cajón de percusión y a los teclados. Con una suave voz que iba surcando entre melodías luminosas que se alzan como odas al amor que a todos nos suenan cercanas, Paco Sanz homenajeaba a los Beatles con su propia versión del clásico “Yesterday” o incluso a Cyrano de Bergerac, aunque rebatiendo la cobardía emocional de este personaje y alentando a los presentes a expresar y declarar el amor desde la honestidad.
Tomó el relevo escénico Tiemersma, frontwoman de El Futuro Peatón que ahora se embarca con un disco en solitario que acaba de ver la luz :“Turn on the”. Irene aprovechó la ocasión para adelantarnos algunos de los temas que forman parte de este nuevo álbum, tales como “Cáncer”, “Secta” o “Rebellion Tools”, además de reinterpretar en versión acústica algunos temas del repertorio peatonal: “Me das asco”, “Greenlight” o la maravillosa “70 days in Hawaii”. Resulta prácticamente imposible no caer atrapad@ ante una voz capaz de fluctuar tan hábilmente en semejante variedad de registros.
Turno para Llum. Jesús Sáez salió al escenario dispuesto a realizar un concierto de lo que él calificó como “pendientes”, de canciones que se habían quedado en el tintero sin llegar a ver la luz, o de versiones cuya puesta en escena se vió interrumpida por los tiempos pandémicos. Y así, nos sumergió en una atmósfera cálida y cercana, interpretando temas propios como “María”, y versiones que pese a encerrar cierto desaliento lírico, como el “Blue Skies” de Tom Waits o el “Moonshadow” de Cat Stevens, Llum las recondujo hacia el lado sonoro más amable de la vida.
Sigarrito fueron los encargados de cerrar esta serie de conciertos, Álex al bajo y Jordi a la guitarra dejaron fluir sobre el ambiente influencias de un rock americano con tintes folk que lograron llevar a su propio terreno. Temas como “La Llimera Canta #1” crearon momentos de una serenidad mágica con melodías de una simplicidad magnética y las voces acompañándose en armonía. Además, el setlist dejó paso a ese influjo americano más clásico con versiones del “Walls” de Tom Petty and The Heartbreakers y el “Harvest Moon” de Neil Young.
Tras la actuación de Sigarrito, el espíritu de Neil Young siguió presente sobre el escenario, y es que algunos rumores apuntaban a que la velada musical no acababa ahí, por algo la noche se titulaba “What’s going down?”. Esta vez, fueron todos los músicos quiénes irrumpieron en el escenario para interpretar el “For what it’s worth” de Buffalo Springfield, con las voces de Tiemersma y Álex Albinyana a la cabeza, un auténtico regalo para los allí presentes, que no dudaron en pedir un tema más, y para sorpresa y regocijo del público este esporádico combo musical se atrevió con una nueva versión medio improvisada, y así el “Comes a time” de Neil Young puso el broche final a una noche muy especial organizada desde la más pura honestidad y la pasión por la música.
Texto y fotos: Patricia Alambiaga