El compositor y productor musical pamplonés Suescun debuta en largo formato con un trabajo -en clave radiofónica- que publica a través de su sello Müsex Industries.
‘2020Radio’ son un puñado de canciones que Javier Suescun ha compuesto haciendo fotografías sonoras de diferentes aspectos vividos durante el malogrado, por pandémico, 2020. Este conjunto de temas -en los que Suescun se mueve con valentía, destreza y maestría entre estilos electrónicos como house, IDM, electro, rave o techno- sustancian el primer e inminente álbum del artista navarro.
Suescun siempre se ha caracterizado por desvincular la electrónica de su uso común, el de la mera pista de baile o la escucha de la textura y llevarlo a un vehículo de expresión artística, y aquí el formato radiofónico es el medio escogido para ello. ‘2020Radio’ verá la luz en los primeros días de enero de 2022, a través de su sello Müsex Industries.
Destacar la participación, en el mix del programa de radio, de dos auténticas leyendas del mejor periodismo electrónico nacional, como son Isabel Díaz y Pedro Blázquez.
UN SONIDO COHERENTE, HOMOGÉNEO Y PULIDO
Como el propio Suescun desvela fue «fue en una cena con Alexander Robotnick, en medio de una charla sobre síntesis”, cuando el maestro le reveló la primera clave: utilizar el mismo sintetizador para todo el álbum -Nord Modular- aunque luego entrasen en matices Moog o SH-101, etc. Canciones que “cuenten algo” exigían un proceso armónico concreto, largas progresiones de acordes que suenan a través de ese sintetizador y bases sencillas aportan ese segundo criterio.
El proceso de grabación, en plena pandemia, obligó a que las colaboraciones de este álbum se hicieran desde la distancia con Óscar Chocarro, Adrián Alegría, etc.
La mezcla en las semanas posteriores en Montreal Studios con Hans Kruger es el cuarto pilar de la coherencia que exhibe este ‘2020Radio’ que, así, disfruta de un sonido genial por homogéneo y pulido.
‘2020RADIO’, TEMA A TEMA
1. ‘TORONTO’:
Techno distópico y épico. Algo gordo está pasando en Toronto. Somos testigos de ello atrapados frente a las pantallas. La televisión como banda sonora de fondo en los tiempos modernos, en situaciones críticas y dramáticas. La expansión mundial de algo realmente dramático es la carga de este tema. Incluye teclados de Óscar Chocarro.
2º. ‘I_VE NACIDOS’:
“He nacido para traer la igualdad, No me importa quien seas ni a quien adores, ni lo que eres ni lo que vales. Me llaman Justicia”. Así reza un megáfono de información desde el aeropuerto de Pekín y cuyo mensaje se propagará por el planeta. Suescun lo tiene claro: “Vivimos un momento en el que las clases sociales pierden sentido”. Deep-house concienciador, ambiental y almohadillado, electrónica de servicio social. Cuando Brian Eno bate sus alas en China, toda Pamplona lo celebra. No, la belleza de lo sintético ya no ofende a nadie.
3. ‘EL DERECHO A AMAR’:
Todo surge cuando el artista navarro descubre a la activista Camila Moreno a través de un video -“impresionado por su fortaleza”- en el que arenga a las masas en la revuelta que se produjo en Chile, antes de la pandemia. Dicha escena vertebra este track, y nos deja en un sampler “el derecho a amar a quien queramos amar” que es un giño al colectivo LGTBI, para Suescun, “algo esencial en la cultura de vanguardia”.
Y como explica el propio autor: “El contexto cuando compuse el tema era de un régimen que no terminaba de caer. Meses más tarde en el estudio, los chilenos consiguieron una nueva constitución lo que, por suerte, dejaba obsoleto el concepto del track. Pero, ahora cuando ante las próximas elecciones la ultraderecha chilena cobra desgraciadamente relevancia, vuelve a cobrar el sentido inicial”.
“Con pandemia o sin pandemia el mundo es exactamente el mismo con los mismos problemas de fondo, todo se sigue moviendo por ciclos. No hay un mundo antes del COVID19 o después es el mismo, probablemente los años lo convierta en una anécdota, mientras las chilenas y chilenos y el resto de los pueblos luchan por su progreso”, concluye Suescun.
‘El derecho a amar’ es un corte de soft-techno emocional, con beats lentos, un bassline dinámico y suaves querencias clubbys, en el que las melodías sintetizadas surfean sobre una percusión ajausada, con toques naif y ácidos, que se deja arañar por lo tremendo del sample en el que se escucha a la brava Camila Moreno exigir al caduco poder chileno que se deje amar a quien se quiera, en plena y natural libertad. Tras este drop rebelde todo regresa al dancefloor con el revolucionario murmullo social de fondo, ese mismo que da sentido a todo: nuestro derecho a bailar lo que queramos bailar.
5. ‘ÁRBOL VIEJO’:
IDM crepuscular, naif, pastoral, electro, sintetizador, techno amable y ensoñador, 90s. Probablemente una de las cosas más tristes es la muerte en soledad, de las personas que más nos quisieron nunca. Esta canción es para esos árboles que siempre nos protegieron de la lluvia y del sol, y que ya nunca lo volverán a hacer. Explosiones de luz en el cielo salpican la rueda de acordes para ponerles cara entre ceremoniales cuerdas y los órganos y rodhes de Adrián Alegría.
6. ‘A27’:
Synth-pop, breaks, percusión delantera, chirriar metálico, sintes acolchados sobre los que emerge de nuevo ese golpe de batería canónico. Esta canción es una búsqueda dramática del optimismo en tiempos de guerra, del hedonismo en tiempos de odio, de elevar a un plano superior el perdón, como herramienta clave para obtener la paz interior de cada ser humano.
7. ‘MÉRE NATURALEZA’:
House amable y luminoso, orgánico, toque humano, sintes permanentes, destellos melódicos, etc. La madre naturaleza quiere decirnos algo. Un camino por el hedonismo del house y por ende de la raza humana ha sido salpicado por un mensaje de la naturaleza que todavía tendremos que descifrar. En este caso los bajos y leads cobraban especial importancia para “naturalizar” el tema, y fue Óscar Chocarro el que se lo aportó.
8. ‘SEXO TELEFÓNICO’:
House jazzy, pista de baile, bassline, sugerente, voces difusas a la americana, línea sintética que aparece y desaparece. Muchas horas de soledad, el sexo es imprescindible, el desarrollo de las nuevas tecnologías nos ha llevado a digitalizar el sexo, y la sensualidad. Un homenaje al sexo en la web, a porn hub y a todos y todas las personas que pasan largas temporadas en soledad. La sensualidad la pone la clave Jazzanova en la que Adrián Alegría cobró relevancia en alguna de las pistas más jazz del track.
9. ‘ROBOTS, LA LIBERTAD SINTÉTICA’:
Bassline intenso y protagonista, sirve de guía por el devenir ajausado de un corte con aires maquinales, robóticos y electrosos, hasta progresar y en lo más alto explotar, tras un drop, para volver al inicio. Rebeldía técnica. Solo puedes salir de casa si es para trabajar, una vez realizada esta acción, solo puedes salir de casa por provisiones para alimentar la maquina y volver a trabajar… El sentirse como una unidad productiva lleva a la composición de este tema, el bajo walking te lleva y trae del trabajo en una rabiosa evolución que rompe en una explosión de libertad sintética.
10. ‘NYC DISCO INFERNO’
Ahora, como adelanto de su debut en largo formato, Suescun descubre ‘NYC Disco Inferno’. Se trata de un sofisticado corte de deep-house tecnificado, con influjo 90s, vintage y disco, inspirado en la imagen radiofónica de la siempre cinematográfica ciudad de Nueva York sufriendo las bestiales embestidas de la COVID-19.
Avenidas vacías recorridas y en silencio, en clave disco de los años dorados del género, se ven interrumpidas por el drama de los respiradores y el son constante de las sirenas de las ambulancias, mientras suena una aterciopelada melodía sintetizada que, a pesar de su elegante luminosidad, no consigue paliar tanto desasosiego. Aquel paraíso mutó en un infierno. Y todo ello envuelto en una bruma tristona y atemporal, armonías arpegiadas y entrecruzadas, bases de manual y un bassline canónico.
11. PROGRAMA COMPLETO DE RADIO 2020:
El verdadero ‘2020Radio’ es esto. Todos los temas del álbum de Suescun dispuestos en formato programa de radio, con unos locutores de excepción, como son los ya referidos Isabel Díaz y Pedro Blázquez.