Tras la presentación del single homónimo, el productor madrileño descubre su primer trabajo en formato largo en el que habla del amor, pero también del duelo o la resiliencia, en un disco en el que aúna magistralmente electrónica, pop y soul.
‘Spinning on the Wind’ es un álbum conceptual compuesto por Iván Dueñas aka L.O.O.F. (Landscape of Outstanding Features o Paisaje de Características Alucinantes) para ser escuchado de principio a fin. Contiene nueve temas que vienen acompañas de sus respectivas intros.
Es un disco que habla sobre el amor y sus numerosas manifestaciones. Desde la fogosidad de la adolescencia, a las relaciones sentimentales más maduras, pasando por el amor hacia los seres queridos y en especial, el amor de una madre. También nos habla del duelo, la madurez y la resiliencia emocional.
Al efecto L.O.O.F. ha desarrollado un imaginario sonoro en el que sinergia electrónica, pop y soul. Querente en todo momento al synth-pop, al ambient, al microhouse noventero y al deep, que a veces se muestra más disco y otras rayano en lo galáctico. Delicado, difuso, cinemático. Así es este ‘Spinning on the Wind’ que hasta se atreve, valiente y desprejuiciado, con los últimos ritmos urbanos.
Las letras, traducidas y adaptadas al inglés, nacen de una colección de poesías escritas por el propio L.O.O.F.
El álbum ha sido masterizado por Andrés Costureras (Pshycotic Beats).
‘SPINNING ON THE WIND’, TEMA A TEMA
El disco se abre con la intro ‘Stardust’ y le sigue ‘Words’, un retro-vintage, sci-fi y bello corte de pop electrónico con un sonido muy TR/ST, dotado de una percusión taladrante y una línea de bajo que define un ritmo oscuro y penetrante, a modo de pálpito. Ambos cortes nos hablan de la importancia de las palabras y el lenguaje, y de cómo el ser humano es un imitador del mundo que lo rodea. Y todo ello con el mundo sonando de fondo…
L.O.O.F. en la espacial y ensoñadora ‘It Starts with a Spark’ nos propone un viaje estelar desde lo espiritual, en el que nos recuerda lo pequeños que somos frente al cosmos. Y cómo debemos mostrarnos ante él, de forma humilde para enriquecernos del mismo. La ambientaloide, sinuosa y sintetizada ‘Splash’ evoca sonidos de instrumentos de cuerda -caso de violines- sobre el son de una batería delantera y potente, pero dotada de una pausa que la convierte en especial. Todo ello le da una cadencia cinematográfica que multiplica su raro encanto.
‘Freedom’ es el particular homenaje de L.O.O.F. a la mítica Nina Simone, recreando un fragmento de una entrevista a la diva del jazz y el soul en la que habla de cómo es el amor cuando es intenso y asimila la libertad a la ausencia de miedo. Todo ello da paso a ‘Petals in the Sky’ en la que, sobre una base de syth-pop vocal y melódico, su letra nos habla de lo bello del primer amor. Todo ello sobre un dinámico ritmo percusivo.
‘Wipe the Slate Clean’ es la intro arpegiada del single del disco, todo un descenso vertiginoso del cielo al mar. ‘Spinning On The Wind’, un tema en el que nos habla de la intensa manera en que nuestras heridas de amor se marcan en nuestra piel y en nuestra psique, y que, según el propio L.O.O.F. “si dedicamos el suficiente tiempo y cariño para cerrarlas, su componente transformador es muy poderoso. También habla sobre cómo a veces es mejor descansar la mente y reponer fuerzas, en vez de luchar por llevar nuestra vida hacia un lugar en el que en ese momento nos está costando demasiada energía”.
‘Spinning on the Wind’ es un corte de electrónica soulera, onírica y sofisticada, con preclaras querencias deep-space-disco y alma synth-pop que exhala aromas noventeros, construido con un bajo digital MPC que le otorga textura y ritmo, una guitarra sampleada al revés y una percusión que juega con varios tipos de compases. Los bajos newordianos, entran para darle madurez y consistencia al corte. La voz metalizada del propio L.O.O.F., lo humanizan, pero solamente lo necesario.
El título de ‘Scylla & Caribdis’ nos recuerda a los monstruos marinos que Ulises se encuentra en el estrecho de Mesina. Fue compuesta para inducir un estado de trance. Su sonido binaural e intenso transiciona a la única canción que está interpretada en castellano, con la bellísima y profunda voz de la cantante Blanca Paloma. ‘Un nuevo Amor’ es una canción de adiós. Fue compuesta solamente con un piano y una voz que dialogan entre sí, hablando sobre una madre que se despide de su hijo para ir hacia el más allá. Es una canción diferente, una pasional nana sobre el duelo, la pérdida y el amor materno.
Después de la pérdida, viene la aceptación de la muerte y su reconocimiento como una parte indispensable de la vida. ‘Sunset’ introduce con unos oscuros y tenebrosos acordes de piano a ‘The Black Death’, un tema que habla sobre la personificación de la muerte y la imposibilidad de escapar de ella. Sus golpes de sintes y su percusión nos llevan por una melodía electrónica -con tintes árabes- y la voz rasgada cierran una de las canciones más oscuras del disco.
Dos interludios, empezando por ‘Fight for’, necesitamos para salir de los infiernos y adentrarnos de nuevo en el amor, esta vez más maduro, representando cómo es posible no perder la pasión al enamorarse de nuevo, pero también lo diferentes y compuestos que son los sentimientos a medida que vas acumulando experiencias. Desde su sensibilidad acristalada y gélida ‘Rebirth’ representa un ascenso hacia ‘Snake’, un tema que entra con fuerza, con una percusión muy motorik, rayana en el drum&bass, unos platillos que marcan un compás impar y endiablado y, finalmente, un bajo muy melódico. Recuerda al también compositor David Lynch y nos habla del proceso de maduración de una herida. De cómo cambiamos nuestra piel y cómo recuperamos la pasión y la tentación.
‘Confession’ nos habla de lo necesario de no idealizar las relaciones y otorgar al amor y al cariño el tiempo necesario para que crezca sano. ‘It Will Begin Again’, una canción muy Monolink, con un potente bajo estéreo y bombo percutor, habla de lo importante que es no perder la esperanza. Confiar en que cada uno de nosotros vivimos muchas vidas y tanto lo bonito como lo no tanto, volverá a repetirse en ellas.
‘Joy & Love’ es, quizá, la canción más redonda del trabajo. Se trata de la única sin intro o interludio y es la encargada de cerrar el disco con un positivo mensaje y un decanso emocional, hacia una constatación de la belleza de la naturaleza y la contemplación. Hacia lo fácil que es disfrutar de la belleza a través de unos ojos gentiles y generosos. Una invitación al baile y la celebración. Aporta su etérea voz la cantante de góspel Lucy Clarke. Una percusión suave, con toques urbanos, y unos teclados armónicos y brillantes culminan en un festival de alegría y júbilo. Al final, escuchamos el eco de lo que todos deberíamos ser: niños y niñas jugando en la vida.
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