Rave Romance publica ‘Scent of Hedonism EP’


Rave Romance, a través de este ‘Scent of Hedonism EP’, nos sumerge en una historia autobiográfica y conceptual, que parte desde 2016 y se extiende hasta 2020. “Cada tema es el reflejo de una época”, como él mismo dice. Este trabajo ha sido compuesto, tocado (todo menos la guitarra electrónica) y cantado por el propio autor.

RAVE ROMANCE
Rave Romance (Samuel Gonzalez, 1983) es un músico multinstrumentista nacido en Barcelona y acunado en la cultura americana. Desde muy temprana edad, se interesó por el movimiento ska-punk y grunge que sacudió a los Estados Unidos en los años 90, lo que lo impulsó a componer música. Emprendiendo un viaje sonoro que comenzó en la primera era del siglo XXI, experimentando con sonidos electrónicos, nutriendo la escena club y la esencia de la música dance, este éxodo confluyó en el eclecticismo de sus últimas producciones.

‘SCENT OF HEDONISM’, TEMA A TEMA
‘Scent of Hedonism’ contiene cinco temas y ha sido publicado por el sello barcelonés No Where. A lo largo del mismo despliega un imaginario sonoro que va desde el rock anglosajón -grunge, stoner, etc.- pasando por el electro-rock melódico. Todo ello aderezado por fuerte componenda lírica y en el que abunda el desgarro guitarrero, las baterías pesadas que recuerdan tanto a Stone Temple Pilots o a Temple of the Dog, como al rock maquinal y technificado de Trent Reznor -NIN- y el rock rapeado del post-madchester más indolente, caso de los Audio Bullys.

En ‘Serendipity’, corte con el que se abre el EP, Rave Romance nos habla -directo, por rítmico y poderoso- sobre algo inesperado que ocurre, por casualidad, y lo muy trascendental que puede llegar a ser un preciso momento. Véase Serendipia: “Circunstancia de encontrar por casualidad algo que no se buscaba”. En este caso ese “algo”, como explica el propio Rave Romance: “Fue una persona que me llevó a empezar este proyecto en solitario y volver a componer después de bastantes años”. Este tema fue el primero de todos. Empezó a tocar la guitarra y la batería para poder grabarlo posteriormente en un estudio. Un amor platónico que le dio la inspiración para arrancar, pero también expresa un sentimiento agridulce por no poder tener a esa persona más cerca. Y lo más importante, volvió a sentir pasión por la música después de mucho tiempo.

‘Fame’ es una propuesta de rock con sintetizadores, rayana en el grunge y hasta en el stoner. Abraza a la épica por su emocionante e intensa instrumentación. Fue el segundo tema que compuso y salió de un sitio mucho más oscuro, ironiza sobre lo que es la fama, es una sátira. Es una batalla entre la belleza y la miseria. Agonía esteta. “Lo escupí de mis entrañas porqué así lo necesitaba. Iba directo sin frenos hacia un muro y me estampé. Después de grabar este tema en estudio, producto de una vida de desenfreno y excesos, caí enfermo, tuve que dejar la música y parar la producción del disco. Mis influencias principales en este tema son Muse y The Doors”, comenta al respecto Rave Romance.

‘The King’ es el tercer tema -aquí se muestra más armónico, con esos requiebros y cambios de ritmo y sentido que tan bien le sientan, muy pop y radiohedero, si cabe- que compuso, en cuanto pudo volver a coger una guitarra. “En él hablo sobre superación y lucha y cuenta básicamente mi descenso a los infiernos, mi estancia allí y mi posterior resurrección. Un horizonte nuevo, una renovación de principios y nuevos retos. Un homenaje a la amistad y una protesta a la condescendencia”. Para ello utilizó varios instrumentos, como la caja flamenca y un huevo shaker para fusionarlos con sintes, buscando un sonido ecléctico que, sin duda, logró.

El próximo es ‘I Love the Sun’, un track hedonista y divertido en el que se aleja algo más de lo acústico para adentrarse en lares más electrónicos. Una oda a la existencia y al tiempo presente, a perseguir los sueños, aunque no se consigan, a jugar, aunque no se gane si lo pasas bien, a disfrutar del camino. Invita a reflexionar sobre el paso del tiempo con referencias a libros como ‘El Guardián entre el Centeno’ de JD Salinger o ‘El arte de vivir’ de Rilke y a artistas como Iggy Pop.

Por último, el álbum termina con ‘Psychosomatic’. Es un tema de rock-rap denodadamente electrónico, con aires post-madchesterianos, trufado de riffs de sinterizados y sonidos urbanos, que emergen del sonido del propio asfalto. Una crítica a la sociedad en general y a los tiempos intensos y fugaces que vivimos. Incita a la revolución y al cambio, al despertar de la consciencia. “También evoca a no pensar tanto en el futuro y no anclarse al pasado y a disfrutar del momento. Tiene guiños a grupos de los 90 como Audio Bullys y Sublime”, explica.

Escúchalo aquí.

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