La del domingo pasado fue una noche de una belleza que rozaba la magia en Rambleta a cargo de Agnes Obel y la artista invitada, Foundling. Dos años han tenido que pasar para finalmente poder disfrutar del directo de la danesa Agnes Obel, ya que las circunstancias pandémicas obligaron a posponer el concierto en varias ocasiones. ¡Pero por fin llegó la noche!
La canadiense Erin Lang fue la encargada de abrir la velada con su proyecto Foundling. Impresionante la voz casi irreal de esta ninfa de los bosques envuelta de una dulzura casi mística. Acompañada de unas bases electrónicas de corte ambient, su música nos ha transportado hacia un mundo ciertamente onírico.
El auditorio prácticamente lleno ha recibido a Agnes Obel y una banda absolutamente excepcional: dos chelistas y una percusionista, que además acompañaban a los coros a Agnes entretejiendo unas armonías vocales asombrosas. Cuatro artistas, además, con una ejecución instrumental tan perfecta que no parece de este mundo.
Actuando por primera vez en Valencia, la artista venía a presentar su álbum «Myopia», publicado en 2020, además de rescatar algunas joyas de sus anteriores discos. Un concierto maravilloso, lleno de matices y de una sensibilidad embriagadora.
A destacar también las visuales, donde se superponían paisajes en estado fluido con la imagen en directo de las cuatro artistas captadas por unos prismas estratégicamente colocados sobre el escenario. Cerrando el concierto, nos han brindado dos bises, y la respuesta del auditorio ha sido una ovación en pie. Un concierto impresionante que nos ha trasladado durante casi una hora y media a un mundo rebosante de belleza.
Texto y fotos: Patricia Alambiaga
