Parece una tontería o una obviedad, pero no lo es. Mucho de lo que sucede en y a través de Parquesvr lo parece, pero, en realidad, hay mucho más detrás del quinteto madrileño.
En «Si no fuera por estos momentos, sería por otros», Parquesvr dan un paso adelante importantísimo para quitar sambenitos y automatismos al pésimamente entendido «rock español», para bascular a través del humor propio, la reflexión cáustica, la canción caótica y catódica y la filosofía del alambre un repertorio que parte del rock más abrasador para acercarse tanto al flamenco como al pop alternativo, el electro-pop, la cumbia, la psicodelia, el hardcore-rap o el punk más encendido.
Diez canciones que descomprimen la idea de rock en castellano, y en la que Parquesvr abanderan un cancionero explícito y sin pelos en la lengua que lo mismo te habla de amores errados que de cineastas laureados, de males endémicos o de noches interminables, de fauna mongola o de infancias quinquilleras, como fueron demostrando en los singles que fueron publicando de adelanto estos últimos meses: «Tazas con mensajes», «Muchas flores», «Arde, quema, duele», «Almodóvor Amenábor» y «Ansiedad».
Un álbum registrado a finales de 2021 en Sevilla, en Grabaciones en La Mina, a los mandos de Raúl Pérez a la producción, que ayudó a perfilar un sonido con ecos que van desde Beastie Boys a Triana, de Sleaford Mods a Los Chichos, de Rage Against the Machine a Rosendo, de Ketama a Manola Kabezabolo. Si no fuera por este disco, no sería por otro, creednos. Obra maestra del rock que interesa.