Con los primeros compases del otoño, cuando el verano parece ir quedando cada vez más atrás, florece el ‘postsummer song’, un género musical creado por Yobamochi. La banda de Argamasilla de Alba, afincada en València, presenta la primera recopilación de sus trabajos: Grandes Fracasos Vol.1.
Desde que en 2014 emergieran de lo más profundo de la escena ‘underground’ parapetados tras sus caretas de cerdo, este dúo de incógnito ha ido componiendo una serie de temas que sigue el espíritu de los hits veraniegos: letras que se pegan a las neuronas, estribillos sencillos y estructuras reiterativas.
Pero llevan esa fórmula mágica a la siguiente estación, aportando un humor ocre, otoñal y auto paródico, que se ríe de las poses que abundan en la escena musical independiente y reivindica lo bizarro, lo irreverente y, hasta cierto punto, lo filosófico.
Cantan a la vida en No te mueras, eso es lo último; al absurdo en ¡Cuánto colon en la calle Colón!; se asoman a la antropología con la revisión del cancionero en La canción del barquero; reivindican el amor en la edad madura en Too many happy nights; constatan el individualismo en Me lo monto solo; y llaman a la cordura en No me presentes a tu hermana. Son algunas de las canciones que ahora recopila Grandes Fracasos Vol.1
La fotografía, la ilustración y el audiovisual son una parte destacada de la propuesta de Yobamochi, tanto en sus perfiles sociales y vídeos musicales como en sus conciertos, para los que crean proyecciones que completan un espectáculo que ha pasado por el escenario de La Residencia, el 16 Toneladas o el Palau de La Música, entre otros.
A base de loops creados en directo y partiendo de improvisaciones, el dúo argamasillero compone su repertorio pasando de melodías lisérgicas al krautrock o los ecos del after-punk. El suyo es un sonido con voluntad hipnótica, donde el bajo y la batería son protagonistas. Pero también caben arreglos de sintetizador y voces que juegan con el fraseo, el homenaje a la canción ligera o los bramidos salvajes. Además, cuentan con aportaciones estelares, como las mezclas de Hi-Lo Ray y la colaboración de Mola Flores, que vuelve del Olimpo para acompañar a la banda enmascarado en algunas de sus canciones. Es el caso del single con el que lanzan esta primera recopilación.
UNA ODA AL ORGASMO FEMENINO Y LA MATEMÁTICA
Como novedad en Grandes Fracasos Vol.1, Yobamochi presenta un nuevo tema, Chichi Fibonacci.
En plena era internauta, el dúo reivindica el post. Pero no como sustantivo (el de las redes sociales), sino como adjetivo. “Lo posterior, lo que viene después de algo, es un valor muy poco apreciado en una sociedad que se empeña en el presentismo, en retransmitir constantemente lo que hace mientras lo está haciendo. Y a nosotros nos gusta mucho lo que llega después de haberlo hecho”.
Definiéndola como ‘post-orgasm song’, Yobamochi recrea la perfección del momento posterior al disfrute sexual en Chichi Fibonacci. “Si un orgasmo femenino es bueno, más áurea será la curva descendente que lleva al placentero reposo del post-orgasmo”, comentan, en alusión a la serie numérica que describe la perfección y que fue descubierta en la Edad Media por el matemático italiano Leonardo de Pisa, conocido como Fibonacci.
El dúo se fija en las proporciones áureas que adquieren el cuerpo y las sensaciones “tras una sacudida térmica y tectónica de buenas dimensiones” en una canción que invita al recuerdo de los buenos momentos vividos, a endulzar el presente a través de la memoria.
El nuevo tema de Yobamochi y el recopilatorio completo puede escucharse a través de su espacio en Bandcamp y YouTube, además de en un perfil de Instagram diseñado como catálogo sonoro y audiovisual, que cada semana irá difundiendo una canción de Grandes Fracasos Vol.1 al que próximamente seguirá la publicación del volumen dos y su Ópera Robot.