Sesión de tarde en 16 Toneladas para ver las actuaciones de los barceloneses Medalla y los locales Gazella. Sesión de tarde, que no light, ya que ambos grupos se emplearon a fondo aun cuando en primera instancia, nada más abrir puertas, la asistencia fuera escasa. Y es que ese mismo sábado, había programado en la sala el concierto de tarde y otros dos más, por la noche y madrugada. Poco a poco se fue llenando el local de un público que logró congregar más de medio aforo, comenzando con un ligero retraso sobre la hora prevista.
Teníamos ganas de ver a Gazella; Patricia, nuestra compañera en Pilotos, se mostraba insistente ya que los había visto anteriormente como teloneros de Acid Mothers Temple, o en el mini festival compartido con Bob Lazy, Yo Diablo, Ku! y Los Premios. Hemos sucumbido a los cantos de sirena de Gazella y sus temas psych dream de contundentes ritmos kraut, y ante Raquel Palomino, su vocalista, en la que nos parecía ver una versión femenina de Damo Suzuki con sus movimientos convulsos, con el cabello sobre su rostro, interpretando «Sol Menor», el adelanto de su primer disco que publicarán con Foehn Records.
No debemos olvidar al resto del grupo, con una bestia parda a los parches como Lluisen Capafons, al que hemos podido ver con Yo Diablo o INC, los enérgicos solos de guitarra de Adrián Camañez (Here The Captain Speaking, The Captain Is Dead), los teclados y guitarra etéreos de Alba Raja o el bajo potente de Mauro Llopis (Thee Vertigos). Una versión para finalizar de «Te estoy amando locamente» de Las Grecas, llevándola a su terreno en una progresión rítmica que aumentaba en intensidad para volver a la letra de la canción, sirvió para despedirse entre la ovación del público.
Por otra parte, el cuarteto Medalla formado por Eric Sueiro (voz, guitarra y sintetizadores), Marc López (batería, percusiones y coros), Joan Morera (guitarras y coros) y Josep Peris (bajo y trompeta) ha dado muestra de un sonido brutal abriendo con «Murciélago» y enlazando con «Premio Cervantes» aunque han parado unos minutos por un problema con el cable de Josep, diciendo que era un simulacro y olvidásemos lo que habíamos visto. También bromearon con la manida frase “Sois el mejor público del mundo” pero estaban encantados con la acogida que recibieron en esta ocasión después de pasar por Valencia en otros escenarios como La Pérgola, y el día anterior actuaron en Castellón, ante menos asistentes por lo que comentaron.
De esta forma dieron paso a los temas de «Arista rota» como la trepidante “Lázaro”, «Gracias a Dios» con la que comentaron siempre hay que dar las gracias a alguien o «Doce espadas» y su final electrizante en esa segunda parte que comienza con el bajo rocoso titulada “El paseo”, donde Joan se explayó a la guitarra y Marc golpeaba rotundamente la batería. Al ritmo de bossa nova de “Altares” y ante la imposibilidad de desdoblarse Josep con el bajo y trompeta en el tramo final, Eric bajó del escenario a la pista para tocar el bajo entre el público lo que recibió el aplauso del respetable.
Echando la vista atrás, de su segundo disco interpretaron “El Tajo” y “Guardián”, que dedicaron a Blind Guardian, deteniéndose en el primer álbum con “Navaja certera”, un tema que habla sobre cortarse el pelo, redondeando la jugada con la esperada «Velázquez”, un hit en toda regla para cantar a pleno pulmón, y «Leviatán» cerrando una velada en la que disfrutamos de la contundencia sonora de Medalla.
Texto y fotos: Carlos Ciurana