En esta segunda entrega de lo que será su nuevo EP Reboot, Los Pilotos celebran a la mujer que no teme ser la mala de la historia, a la princesa que se aburrió del cuento, a la que se atreve a hacer lo que le da la gana, sin pedir disculpas. Las chicas malas transforman el mundo. Las desobedientes siempre han sido las agentes de cambio.
Pamela Rodríguez, la voz cantante de esta nueva aventura de la banda granadina/ limeña/ coruñesa, lo tiene claro:
Las Chicas Malas es una canción para bailar, un fogonazo, un maleficio que nos libera del mandato social de ser las buenas. Porque la mujer ejemplar, en el marco de nuestra cultura, ha sido una colaboradora eficaz del sistema patriarcal. Sin embargo, las “chicas malas” son las que han roto los esquemas para que las mujeres seamos libres.
Para Banin, la canción tiene un enfoque electropunk/hedonista:
Nos pusimos a buscar en el sintetizador modular algo que fuera agresivo, y lo acompañamos de guitarras reverberadas y un bajo con el ataque del filtro muy rápido, todo sostenido por el sonido potente y saturado de la caja de ritmos. Se trataba de arropar el concepto con elementos salvajes y divertidos, rebeldes y elegantemente macarras.
A esta estética revolucionaria se suma el concepto detrás de la identidad visual y el video de la canción: las sukeban, «niñas delincuentes» del Japón de los 70 y 80, que sufrían el canon de la época, que exigía mujeres puras y de gran belleza, siempre desde la mirada masculina. Estas imposiciones asfixiantes terminaron en una rebelión inolvidable.
La voz de Pamela levanta el puño y suena fuerte, cantando sin miedo lo que a ella, y a otras millones de mujeres les resuena: Abrid la celda, romped las cadenas, no os pongáis de rodillas, decid lo que pensáis, nos hemos ganado esta fiesta.