Miércoles 19 de abril, el epicentro de una jugosa semana para Valencia en cuanto a oferta musical en directo se refiere, y en la que todos aquellos acérrimos de la psicodelia no podían faltar a la cita con Levitation Room en Loco Club. Y es que al igual que hicieran Mystic Braves o Triptides (cuyos conciertos aún resuenan en nuestro disco duro mental), Levitation Room volvieron a inundar el Loco Club de una suave brisa psicodélica venida directamente desde el Pacífico presentando su último disco «Headspace», publicado en 2019 y cuya presentación se vio interrumpida en su momento por la irrupción de la pandemia.
Con Julian Porte a la cabeza como guitarra y voz, Gabriel Fernández haciendo gala no sólo del dominio de las 12 cuerdas sino también de una premeditada elegancia, Chris Mercado desmelenándose punteando el bajo, y Jonathan Martin a la retaguardia marcando el ritmo a golpe de batería, la banda californiana hizo las delicias lisérgicas de todos aquellos amantes de un sonido de reminiscencias sixties que parece evocar el sueño de una noche de verano, donde todas las tribulaciones de la vida rutinaria desaparecen para rendirse al hedonismo. Y todo ello realizando un meticuloso repaso a toda una trayectoria en la que no faltaron temas de su primer EP y sus dos LPs publicados hasta la fecha, sin olvidar singles esporádicos como «Warmth Of The Sun» o «Pienso en ti», una cálida pieza cantada íntegramente en español donde parecen converger matices más propios del bolero o incluso la bossa-nova, y para el que la batería de Jonathan Martin cedió el paso a la percusión de los bongos.
«Reasons Why» fue la encargada de inaugurar un concierto marcado por ese tipo de melodías pegadizas repletas de ácido y sensualidad que no dejan de incitar al movimiento de caderas, buena prueba de ellos fueron temas como «Standing In The Rain», «Loved», o «Mr. Polydactyl Cat» (uno de los grandes temas incluido en su último álbum). A destacar, el sonido de los temas que componen su último disco «Headspace», para el que han contado con la presencia de Glenn Brigman (Triptides) como productor y teclista, y donde su sonido se ha vuelto más refinado a través de influencias rítmicas más propias del R&B pero sin perder de vista la impronta psicodélica. Un disco que en directo suena en su versión más eléctrica al no estar presentes los teclados, y que nos brindó momentos brillantes con los maravillosos e hipnóticos arreglos de «Pass It On» o los riffs más contundentes que se avistaron en «2025». Por otra parte, la banda aprovechó la ocasión para adelantar algún tema nuevo que esperamos que pueda formar pronto de un nuevo disco.
La nota intimista de la velada la puso «Friends», un tema suave y crepuscular que han rescatado de su primer EP «Minds of our own» (2015) para este último disco, donde aparece en una versión más depurada y con menos reverb. Un EP que no sólamente estuvo presente a través de sus canciones, sino que, además, su portada, la silueta de una cabeza humana repetida concéntricamente hasta el infinito, apareció en forma de proyección luminosa junto con otras abstracciones lisérgicas a lo largo de todo el concierto, envolviendo el show en una atmósfera todavía más ácida.
«Strangers of our time» fue el clásico con el que hicieron un amago de final de concierto, porque como mandan el ritual y el público, hubo más, 3 bises con los que ya despidieron su paso por Valencia en un concierto que nos hizo flotar durante algo más de una hora y cuarto que pasó volando y con el reconfortante suspiro de haber visto a cuatro músicos haciendo un ejercicio de estilo que han sabido llevar a su propio terreno con maestría.
Texto y fotos: Patricia Alambiaga
