Anna Krushchenko es el segundo avance del nuevo disco de Atlàntic, que la banda valenciana publicará en febrero con el nombre de Desnivell positiu. Tras la cálida acogida de Baina!, el primer single adelantado a mediados de noviembre, Atlàntic lanza ahora otra de las poderosas canciones pop que forman parte de su tercer álbum.
Anna Krushchenko mantiene la tradición del trío valenciano de dedicar un tema a un nombre propio (real o de ficción). En el primer disco fue Uiti Mau, su gata; en el segundo Antoni Suchard, un pastelero de ficción que endulzaba la vida de los demás para combatir su triste existencia; mientras que en Desnivell positiu emerge la figura de Anna Krushchenko, una astuta espía doble, también de ficción, cuya mayor debilidad es caer en la trampa del amor.
Así pues, Atlàntic vuelve con material nuevo tres años después de lanzar el segundo disco, Volem els ponts, galardonado como Mejor disco pop en los Premios Ovidi de 2020.
Su nuevo álbum, Desnivell positiu presenta once canciones que se han gestado a fuego lento en los últimos tres años y que se grabaron siguiendo una nueva metodología: la base rítmica en directo Novo Estudios (Picassent), mientras que las voces y el resto de arreglos se cocinaron en el estudio de la banda.
Producido por el propio grupo, para la mezcla y masterización del disco recurrieron de nuevo a Carlos Soler Otte, que después de un tiempo alejando de las producciones musicales ajenas a su proyecto (Damien Lott), aceptó el encargo de Atlàntic. El resultado: un disco que mezcla la fuerza del directo con las capas pop que han añadido en el acabado final del estudio.